Algunos virus que afectan a las vías respiratorias como el de la gripe, el SARS-CoV2 (COVID-19) o el virus respiratorio sincitial (VRS), se asocian a enfermedades agudas, mucho más frecuentes en los meses de otoño e invierno, que pueden cursar con cuadros graves. Además, se caracterizan por su facilidad para contagiar a otras personas.
Las epidemias anuales de gripe están causadas por los virus de tipo A y B y afectan fundamentalmente a niños y niñas menores de 6 años, personas de mayor edad, y personas que padecen enfermedades crónicas. Estos virus pueden causar enfermedad grave, sobre todo en pacientes con enfermedades crónicas, tanto por el virus contraído como por las complicaciones asociadas. El embarazo constituye también una condición clínica especial que aumenta el riesgo de enfermedad grave por infecciones por gripe o COVID-19. Estas enfermedades no solo afectan a la madre gestante, sino que también afectan al futuro bebé. Respecto a la gripe, una mujer embarazada que se contagia tiene mayor riesgo de aborto en el primer trimestre de embarazo o de parto prematuro. La vacunación de la madre permite, como en el caso de la vacuna frente a tosferina, que la protección generada por la madre se trasmita a través de la placenta a su futuro hijo, protegiéndole de estas enfermedades en los primeros 6 meses de vida.
En el caso de COVID-19, en los últimos años, los casos más graves se producen en personas mayores y también en personas que padecen enfermedades crónicas. Hay que recordar que este virus se caracteriza por su capacidad de mutación, de modo que cuando circula un nuevo tipo o variante se “escapa” de la protección conferida por la vacuna. Por ese motivo, las nuevas vacunas que se desarrollan protegen de las nuevas cepas circulantes de COVID-19.
La enfermedad causada por el Virus Respiratorio Sincitial se asocia a enfermedad grave en los niños más pequeños, especialmente en los menores de 1 año, produciendo bronquiolitis (hinchazón y acumulación de moco en las vías aéreas más pequeñas en los pulmones) que, a menudo, requiere hospitalización. En el caso de los niños más pequeños, los menores de 1 año y especialmente los menores de 3 a 6 meses, su sistema inmunológico (defensas), todavía no es lo suficientemente maduro como para aprender a defenderse con algunas de las vacunas, por lo que se administran anticuerpos monoclonales (proteínas dirigidas frente a este virus que lo bloquean y evitan la enfermedad). Otra manera muy efectiva de evitar este tipo de infecciones en recién nacidos y lactantes es mediante la vacunación de la madre (durante el embarazo), por lo que la recomendación de vacunación durante el embarazo ofrece una doble protección, de la madre que, como se indicaba antes, tienen mayor riesgo de complicaciones, pero también para proteger a su bebe al aportarle a través del cordón umbilical (también a través de la lactancia materna aunque en menor cantidad) anticuerpos para defenderse frente a estas infecciones en los primeros meses de vida durante los cuales sus sistema inmunitario no es eficaz.
Este virus, que puede afectar a toda la población, se caracteriza por cuadros mucho más graves en las edades extremas de la vida. Las personas mayores y aquellas que padecen algunas enfermedades crónicas, sobre todo respiratorias, tienen mayor riesgo de enfermedad grave que el resto de la población.
En muchos casos, estas enfermedades víricas respiratorias, favorecen otras infecciones bacterianas. Las más frecuentes son la neumonía por neumococo (infección en los pulmones), pero también se incrementa el riesgo de meningitis bacteriana y otros cuadros como la sepsis.
Por el momento, no hay disponibles vacunas para todos los virus que producen enfermedad respiratoria, pero sí existen para algunos de ellos como la gripe, el SARS-CoV-2 (COVID19) o el Virus Respiratorio Sincitial. El objetivo de la vacunación frente a estos virus respiratorios es reforzar la protección de las personas más vulnerables. También existe vacuna para algunas enfermedades oportunistas tras estas infecciones, como la vacuna frente al neumococo (producido en muchas ocasiones por una bacteria llamada Streptococcus pneumoniae).
El personal sanitario y sociosanitario también se vacuna, sobre todo por la posibilidad de transmitir la enfermedad a otras personas con mayor riesgo de enfermedad grave que atienden. Como el resto de personal esencial, la vacunación permite reducir la morbimortalidad y el impacto de estas enfermedades en los profesionales sanitarios.
Las vacunas utilizadas en la vacunación frente a gripe y COVID-19 en cada temporada otoño-invierno son las recomendadas por las autoridades regulatorias (EMA, OMS) y son en su composición diferentes a las de la temporada anterior, por eso nos tenemos que vacunar de nuevo cada año. Por el contrario, las vacunas disponibles frente al Virus Respiratorio Sincitial son capaces de ofrecer protección para varios años y, en el caso de las vacunas frente al neumococo con las actuales vacunas conjugadas con proteínas la protección que ofrecen llega a ser necesarias solo una vez en la vida por lo que, en este último caso, se puede recibir la vacuna por parte de las personas a las que va dirigida, a lo largo de todo el año y también durante la campaña de otoño-invierno.
Para algunas de las personas que tienen más riesgo de padecer estas enfermedades o de transmitirlas a otros, puede estar recomendada más de una de ellas por lo que, a continuación, se mostrarán los grupos de personas para los que se recomienda alguna de ellas, indicando con los siguientes iconos, cuales de ellas están recomendadas:
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Recomendada la vacunación frente a gripe |
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Recomendada la vacunación frente a SARS-CoV-2 para evitar COVID-19 |
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Vacunación o inmunización (con anticuerpos monoclonales en lactantes) frente a virus respiratorio sincitial |
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Vacunación frente a neumococo (esta vacunación se priorizará en personas internas en residencias, personas mayores de 70 o más años y en personas con enfermedades crónicas de alto riesgo) |
En aquellas personas en las que esté indicada más de un tipo de vacuna, se recomienda la vacunación conjunta, en la misma visita ya que, de esta forma, se reduce el número de ocasiones en las que pueden ocurrir efectos adversos (en la gran mayoría de los casos estos serán leves y transitorios), no se incrementan los efectos adversos por administrar varios tipos de vacuna el mismo día ni se disminuye su efecto protector y, además, es la forma más rápida de conseguir estar protegido frente a todos los virus y bacterias para los que se administran estas vacunas por lo que, durante la campaña, se priorizará la coadministración de dosis de vacunas frente a virus respiratorios (gripe, COVID19 y VRS).
A. Personas en las que se recomiendan las vacunas por tener un mayor riesgo de complicaciones o cuadros graves en caso de padecerlas
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GRIPE + COVID19 + VRS
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GRIPE + COVID19
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GRIPE
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VRS con anticuerpos monoclonales
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B. Personas en las que se recomiendan con el fin de reducir el impacto y el mantenimiento de servicios críticos y esenciales a la comunidad
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GRIPE + COVID19
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GRIPE
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Al igual que la temporada anterior, en esta temporada se ofertará la vacunación en los centros docentes a los niños/as nacidos en 2020, 2021 y 2022 (1º a 3º de educación infantil de segundo ciclo) con la vacuna intranasal (excepto en algunos casos en los que pueda estar contraindicada y se recomiende vacunación con vacuna inyectada). La vacuna intranasal está autorizada desde los 24 meses hasta los 17 años.
La vacunación en la población infantil que presente condiciones de riesgo con contraindicación de vacuna inhalada se administrará vacuna inactivada inyectable, con una dosis de 0,5 ml a partir de los 6 meses de edad (en vacunas inyectadas). En los menores de 9 años que se vacunan por primera vez y que pertenecen a grupos de riesgo, se administrarán dos dosis de vacuna con un intervalo mínimo entre dosis de 4 semanas. En las temporadas sucesivas se administrará una sola dosis.
En niños y niñas, el cuadro gripal generalmente es benigno, pero cursa con fiebre elevada (» 39-40ºc) con una duración mayor que un catarro común, de entre cinco a siete días por término medio. En ocasiones puede complicarse y como consecuencia pueden presentar cuadros de neumonía, otitis, etc., y en el peor de los casos, puede resultar letal (afortunadamente, en raras ocasiones).
La gripe se transmite de persona a persona a través de las secreciones respiratorias y el periodo de transmisibilidad se extiende desde 24-48 horas antes del inicio de los síntomas hasta 5-6 días después. En niños, este periodo puede ser más prolongado, de aproximadamente 15 días tras el cuadro clínico. El periodo de incubación (desde que se entra en contacto con el virus hasta que aparecen los síntomas) es de 1-5 días.
La vacunación anual es la principal medida de prevención contra la gripe en los niños, siendo necesario vacunarse todos los años debido a que las cepas que circulan cada otoño/invierno cambian de una temporada a otra.
La efectividad de la vacuna en la población infantil es mayor que en los adultos, aunque puede variar en función de las cepas circulantes, vacunaciones previas y otras variables. En España, en la temporada 2023/24, vacunar frente a la gripe a los niños de 6–59 meses evitó alrededor de 7 de cada 10 casos de gripe atendidos en primaria y 3 de cada 4 ingresos hospitalarios por gripe, según un estudio publicado en Eurosurveillance.
Otras medidas preventivas efectivas contra la gripe son: al estornudar utilizar un pañuelo desechable, lavarse las manos después de estornudar, beber bebidas calientes, ventilar periódicamente las habitaciones, evitar los locales cerrados y cargados de humo.
En los centros sanitarios de la Comunitat Valenciana y disponibles para aquellas personas en las que estén recomendadas, se dispondrá de los siguientes tipos de vacunas.
Gripe
Para esta temporada habrá disponibles cuatro tipos de vacunas frente a la gripe:
- Vacuna inactivada trivalente de cultivo en huevo 15 µg (INFLUVAC ® o VAXIGRIP®).
- Vacuna inactivada trivalente de cultivo celular (FLUCELVAX®)
- Vacuna inactivada trivalente de cultivo en huevo adyuvada con MF59 (FLUAD®): recomendada a partir de los 65 años de edad para aumentar la protección en estas personas en las que el sistema inmunitario (defensa) puede producir una respuesta menor
- Vacuna atenuada trivalente de cultivo en huevo para pulverización intranasal (FLUENZ®): recomendada a partir de los 24 meses de edad y hasta los 18 años. Su administración es de 0.2 ml vía intranasal (0.1 ml en cada fosa nasal).
Con respecto a la temporada anterior, y siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, se han producido los siguientes cambios en la composición de las vacunas para esta temporada 2025-2026:
- Las vacunas disponibles este año son trivalentes en lugar de tetravalentes (no se incluye el componente frente a gripe de tipo B y linaje Yamagata tras varios años sin detección de circulación)
- Componente A(H3N2) en vacunas producidas a partir de huevos embrionados: Se sustituye la cepa análoga A/Thailand/8/2022 (H3N2) por la cepa análoga a A/Croatia/10136RV/2023 (H3N2)
- Componente A(H3N2) en vacunas producidas en cultivos celulares: Se sustituye la cepa análoga A/Massachussetts/18/2022 (H3N2) por la cepa análoga A/District of Columbia/27/2023 (H3N2)
En la siguiente tabla se recogen las opciones de administración de las vacunas disponibles en los distintos grupos de población, en función de las existencias de las vacunas en cada centro:
- Recomendaciones Ministerio de Sanidad
- Preguntas y respuestas. Ministerio de Sanidad.
- Material sobre la administración de la gripe intranasal en niños:
- Fichas Técnicas:
- Vacuna gripe fraccionada de cultivo celular: Flucelvax®
- Vacuna gripe adyuvada trivalente con MP59: Fluad®
- Vacuna gripe fraccionada trivalente de cultivo embrionado: Flucelvax®
- Vacuna gripe fraccionada trivalente de cultivo embrionado: Vaxigrip®
- Vacuna gripe fraccionada trivalente intranasal: Fluenz®